Se acabó 2012. Y, siguiendo la tradición, es el momento de recapitular, de echar la vista atrás y repasar lo que han dado de sí doce meses de incesante actividad en la escena musical de la Comunidad Valenciana. Frente a la categorización en listas que han publicado la mayoría de medios, hemos optado nuevamente por un reportaje para resumir lo más destacado del año. Porque puede que sea fácil escoger el mejor disco de la temporada, pero más difícil resulta justificar el motivo por el que otro ocupa el puesto veinte y no el diecinueve. Como siempre, nuestra selección es tan arbitraria como discutible, en función de unos criterios que, eso sí, en ningún caso dependen de la implicación de Neo en festivales o concursos, ni de los tratos de favor fruto de la amistad, las contrapartidas económicas o la imperiosa necesidad (tan valenciana) de quedar bien con todo el mundo. Pasen y lean.

Calidad y cantidad

Desde que no es necesario el filtro que antaño suponía obtener un contrato con una compañía discográfica, el número de discos editados a lo largo del año en la Comunidad Valenciana ha crecido en progresión geométrica. La maqueta pasó a la historia, y hoy en día todo el mundo grabar directamente un master con la intención de publicarlo como disco oficial. De ahí que haya que separar más que nunca el grano de la paja, y bucear con regularidad en bandcamps y otros portales de internet para encontrar material valioso. Por otra parte, las escasas cifras de ventas están provocando que algunas bandas fabriquen tiradas testimoniales de CD´s para centrarse en las plataformas digitales y, como detalle para coleccionistas, ediciones limitadas en vinilo. Es el caso, por ejemplo, de Jupiter Lion, que han debutado con un notable álbum homónimo impregnado de ritmos krautrock y mantras hipnóticos que ha supuesto una auténtica sorpresa, ya que se trata de la primera incursión discográfica del trío formado por los Dj´s Sais y Gonzo in Vegas y el bajista (accidental) José Guerrero, también involucrado en otro de los trabajos más importantes del año: Boogalizer, la segunda entrega de Betunizer, donde canta y toca la guitarra, secundado por Marcos Junquera y Pablo Peiró. Ratificando todo lo apuntado en su debut, el grupo (curtido en escenarios de todo el continente europeo) ha alcanzado un nivel estratosférico. Ambos discos están editados por el sello catalán BCore, que también se hará cargo de un nuevo proyecto de Guerrero: Cuello. Su estreno se publicará en 2013, y podemos avanzar que no pasará desapercibido.

En los márgenes en los que se mueven Jupiter Lion y Betunizer se pueden situar también otras dos propuestas de alto interés. Por un lado, la de Tucán. Su adictivo primer álbum, titulado Empatitisy editado por Sonido Muchacho, es otro de los discos imprescindibles de este año: Rock sicótico y bailable para el fin del mundo. Por otro lado, la del dúo Cigüeña, que ha llamado la atención con un estupendo trabajo entre el math rock, la vía experimental y el post-hardcore.

Y volando por debajo del radar, dos grabaciones en las que la electrónica juega un papel esencial. No Persona, de Monoh, que han ampliado su abanico de referencias más allá del trip-hop para facturar un disco atmosférico y sobrado de clase; y Punto 0, de AFFKT (nombre artístico del disc jockey y productor Marc Martínez Nadal), todo un viaje sonoro, gestado entre Cuba, Alemanía, Brasil y España, editado por su propio sello (Sincopat) y capaz de ampliar las fronteras del house contaminándolo con otros estilos más orgánicos.

La corriente general

De vuelta a la superficie, dentro de las fronteras que parecen delimitar la escena independiente desde el punto de vista convencional (presencia en festivales y medios estatales, voluntad de acceder al mercado mayoritario), tampoco han faltado los discos de interés. Con Entusiasmo, su segunda entrega, Jorge Pérez ha logrado afianzar el proyecto de Tórtel hasta el punto de convertirlo en referencia para muchos artistas de inquietudes sonoras similares. Tantos años después de Ciudadano, lo merecía.

Del mismo modo, la perseverancia de Emma Get Wild ha dado como resultado un tercer disco espléndido, Dark stories from the secret corner, probablemente el mejor de la temporada en ese terreno en que el folk británico parece querer darse la mano con la americana y donde también se siente cómoda en ocasiones una Soledad Vélez que ha crecido de manera exponencial en 2012. No solo publicó su magnífico debut en largo, Wild fishing, sino que además ha abierto brecha en México y en su Chile natal. La presencia de todos ellos en listas de ámbito estatal demuestra que empiezan a lograr sus objetivos. Los mismos que, hace ya tiempo, conquistó La Habitación Roja, que bien pueden decir que el recién terminado ha sido uno de sus mejores años. Siempre gozaron de un reconocimiento crítico mayoritario, pero Fue eléctrico, su último disco, ha derribado el último muro, el del público, que les ha coronado como favoritos en votaciones de alcance nacional.

También en liza

A distancia, pero con propuestas de interés, quedan bandas como Modelo de Respuesta Polar, que se acomodaron en Limbo Starr con Así pasen cinco años. O Manolo Tarancón, que dejó unas valiosas Reflexiones antes de anunciar que abandona los escenarios por un prolongado periodo de tiempo. También Lülla, que en Fall in love with yourself because i love you no more siguen depurando su sonido. O Lehnmotiv, cuyos Huracanes y velas rotas se han erigido como el mejor ejemplo de rock potente este año. Sin olvidarse del Solo y mal acompañado de Tumba Swing, ni de Limelight, estreno en largo de un Jesús Sáez (Llum) reconvertido en crooner de salón.

En su propia liga, placer de minorías selectas pero bien repartidas, Julio Bustamante brindó a sus fieles Viento desatado, un álbum que supone un nuevo eslabón en una trayectoria tan longeva como apasionante. Y si en 2011 fueron los músicos catalanes quienes le rindieron merecido homenaje, este año los valencianos tomaron el relevo.

Más allá de la capital

Aunque menos densamente pobladas, Castellón y Alicante también han contribuido a hacer de 2012 un año rico en discos de interés. Desde La Plana llegó Hacia los bosques del sur, el esperado retorno de unos Pleasant Dreams que han reducido la formación para aumentar la sensibilidad de su sonido. Además, la tercer entrega de Los Reactivos (ver crítica en este número) y la Antología de Shock Treatment. Por su parte, de Alicante salió el cuarto Lp de The Grave Yacht Club, el segundo de Oh, Libia! (de nuevo con Ken Stringfellow a cargo de la producción) y el debut de Flyingpigmatanza.

El entorno

Es fácil concluir que en la escena valenciana no faltan ideas ni talento. Pero los músicos no son los únicos implicados en la ecuación. El recurso sistemático a la autoedición demuestra que faltan infraestructuras de primera necesidad para poder hablar de una situación normalizada. De cara a 2013, nace un nuevo sello, Bonavena Música, que editará a Los Radiadores y Doctor Divago, mientras seguirán, cada uno a lo suyo, Hall of Fame y Absolute Beginners. Sin embargo, los más activos siguen siendo Més de Mil (especializado en grupos en valenciano) y Maldito Records (dedicado al hard rock y derivados). Y lo son, entre otras cosas, porque editan mucho material al que aportan la marca discográfica, pero que, de facto, está autoeditado por los grupos.

En el terreno de los festivales, nacieron dos en formato indoor: Directo en Escena, en la Sala Russafa, centrado en grupos locales, y Deleste, más ambicioso (dos cabezas de cartel internacionales, uno de ellos en exclusiva) y ampliado a dos jornadas en 2013. Es una buena noticia que, pese a la insuficiente respuesta del público (un factor de la ecuación que falla con más frecuencia de la deseada), la iniciativa se consolide. Además, el MIMMA alicantino hizo escala en Valencia con un cartel de alto nivel.

En el circuito de salas, cada vez más acomodaticio (el alquiler del local se ha impuesto al criterio de programación), hay que subrayar la excelente labor de La Residencia, un enclave al margen, ignorado por los medios supuestamente especializados, que apuesta sin descanso por los grupos de riesgo y ha confeccionado una programación muy atractiva, incluyendo a veces (trabajan con presupuestos irrisorios) bandas internacionales. Seguir de cerca su labor será imprescindible para tomar el pulso a Valencia en el año que empieza.

En la lengua cooficial

La cosecha en valenciano también ha dejado varios discos reseñables en el año recién concluido. Si en 2011 fueron Arthur Caravan y Senior i el Cor Brutal las bandas que dejaron bien alto el pabellón de la música cantada en catalán, 2012 no se ha quedado atrás. Els díes del Saurí, de los alcoyanos VerdCel, ha sido una de las grabaciones de la temporada, a la que se han unido otras tres en las últimas semanas. Por un lado, Projecte Escolopendra, el esperado debut oficial de Mi Sostingut. Por otro, #elcamellpostrat, grabación unplugged de El Corredor Polonès editada únicamente en formato USB. Y, finalmente, el iconoclasta 3.0 de Orxata Sound System. El nivel sigue alto.