El de los cacereños Extremoduro es un caso realmente inaudito en la industria musical española. No suelen ofrecer entrevistas, no ruedan video clips, lanzan sus discos prácticamente sin apoyo promocional y, desde luego, no suenan en las emisoras radiofónicas. Y, sin embargo, en un momento en que todos los sectores se quejan de las dificultades para tocar en directo, el grupo liderado por Robe Iniesta ha vendido ya más de cien mil entradas de la gira de presentación de Material defectuoso (2011). En Valencia, por ejemplo, han agotado el papel para las dos actuaciones que ofrecen este fin de semana en el Velódromo Luis Puig. Hablamos de catorce mil espectadores, una cifra al alcance de muy pocos artistas (y menos en el ámbito rock) en nuestro país.

Se puede argumentar la honestidad del grupo, la fidelidad de su público, la universalidad de su rock visceral o la singularidad de sus letras, pero en realidad no existe ninguna explicación que sirva para esclarecer los motivos del impacto logrado por Extremoduro, una de esas anomalías (¿recuerdan a Dover?) que, cada cierto tiempo, surgen en la escena musical estatal.

Velódromo Luis Puig.

Viernes, 14 y sábado, 15 [22 h.]

Web: www.extremoduro.com